Un lubricante para cada sistema

Un lubricante para cada sistema

Los lubricantes para los equipos de refrigeración son como la sangre para el cuerpo humano; por ello, es indispensable hacer la mejor elección de estos productos para mantener el buen funcionamiento del sistema

Gildardo Yañez

El aceite y los gases refrigerantes son elementos básicos para cualquier sistema de refrigeración. El primero es necesario para lubricar el equipo, mientras que los segundos son fundamentales para transportar el calor.

Hay aspectos que debes considerar a la hora de trabajar con estos materiales. El aceite, por ejemplo, tiene que ser miscible con el refrigerante que tiene el sistema de refrigeración. Es decir, que sea apto para mezclarse. La función primaria de esta sustancia es minimizar el desgaste y reducir los efectos de la fricción, entre otras funciones que cumple en un sistema de refrigeración.

En el caso de los compresores de refrigeración, éstos requieren un lubricante que mantenga aceitados sus componentes mecánicos. El propósito es que funcione como barrera para separar el gas del lado de la descarga del de la succión. También actúa como medio que enfría, pues transfiere el calor de los bujes y de todos los elementos del mecanismo del compresor al cárter, de donde es enviado a las paredes del compresor. Generalmente, mientras se tenga una mayor viscosidad en el lubricante, mejor será el sellado y menor el nivel de ruido.

En un sistema hermético o semihermético, en donde el motor eléctrico es expuesto al gas refrigerante y al aceite, se requiere de un lubricante con propiedades dieléctricas. El refrigerante va transportando una pequeña porción de dicha sustancia a lo largo del sistema. Éste debe regresar al compresor rápidamente y ser capaz de fluir en bajas temperaturas. Además, necesita estar libre de partículas suspendidas o de elementos, tales como la cera, que pudieran tapar el control de flujo o quedarse depositadas en el evaporador y afectar la transferencia de calor. En el sistema hermético, el lubricante sólo debe de cargarse una vez, y éste debe durar toda la vida del compresor. La estabilidad química requerida, en presencia de gas refrigerante, metales, barniz aislante del motor eléctrico del compresor y contaminantes, es la característica que hace diferentes a los lubricantes empleados en los sistemas de refrigeración, de los usados en otras aplicaciones.

Los compresores requieren un lubricante que mantenga aceitados sus componentes mecánicos y que funcione como barrera para separar el gas del lado de la descarga del de la succión

Si el refrigerante no es compatible con el lubricante utilizado, se tendrán problemas en el compresor que van desde un bajo rendimiento hasta daños más severos. Por esta razón, además de conocer el uso de los refrigerantes actuales, es necesario saber con qué lubricantes son compatibles.

Lubricantes sintéticos tipo alquibenceno AB

  • Son una modificación de los lubricantes minerales
  • Totalmente compatibles con los HCFC (R-22)
  • No compatibles con los gases libres de cloro HFC (R-134a)
  • No compatibles con el POE
  • Su nivel higroscópico es aceptable
  • Pueden mezclarse con otros aceites alquilbencénicos de diferentes fabricantes, siempre y cuando tengan la misma viscosidad
  • El nivel de vacío que debemos alcanzar en un sistema de refrigeración con este lubricante debe ser de 500µ micrones

Lubricantes sintéticos tipo polioléster

  • Aceites sintéticos que se obtienen a partir de una reacción que consiste en unir un alcohol con un ácido, dando como resultado agua y éter, que es el lubricante
  • Totalmente compatibles con cualquier refrigerante
  • Altamente higroscópicos (se vuelven húmedos muy rápidamente)
  • Tienen un efecto detergente en el sistema
  • Al abrir una lata de aceite polioléster se debe de utilizar, de inmediato, todo su contenido, vaciándolo en el interior del sistema sin pérdida de tiempo. Después se procede a hacer el vacío al sistema, debido a que el sólo contacto del lubricante con el aire atmosférico provoca que sus niveles de humedad aumenten por encima de los valores tolerables para el sistema de refrigeración
  • No se debe cargar el sistema usando un embudo, sino mediante una bomba de aceite, ya que sólo se dispone de 12 minutos antes de que el aceite se vuelva húmedo
  • De quedar algún residuo de aceite en el interior de la lata, éste deberá desecharse

Si se excede el tiempo con el sistema abierto, el lubricante se vuelve húmedo. Este proceso es irreversible, ya que el enlace que se forma de la humedad con el lubricante es a nivel molecular, es decir, que ni con el vacío, ni tampoco con los deshidratadores se podrá eliminar la humedad. No obstante, la reacción química con la que se obtiene el POE es reversible. Esto quiere decir que una vez que inicia la reacción del aceite con la humedad, el resultado es alcohol y ácido, los cuales atacarían diferentes partes del sistema. Uno de ellos es el compresor, pues vería reducida su vida útil notablemente. El nivel de vacío que debemos alcanzar en un sistema de refrigeración con este lubricante debe ser de 250µ micrones.

Como te habrás dado cuenta, existen diferentes tipos de lubricantes y cada uno de ellos debe ser utilizado de acuerdo con sus propiedades para obtener los mejores resultados. Hacer la elección adecuada, depende de las necesidades que requiera el equipo en el que se ocupará, por eso siempre debes hacer un análisis previo de los requerimientos del sistema para que al final opere óptimamente.

 

Gildardo Yañez Ingeniero Industrial Electricista con el grado de maestro en Administración y especialista en refrigerantes y refrigeración. Actualmente, se desempeña como el gerente de Capacitación Técnica en BOHN de México.