Eficiencia energética en las instalaciones de los sistemas de VAV

Eficiencia energética en las instalaciones de los sistemas de VAV

La operación, la instalación y el mantenimiento de un sistema de ventilación deben atender a sus componentes por separado, aunque también requieren del rendimiento del sistema; así evitarás la proliferación de bacterias, evitando múltiples infecciones

Victoria Zárate

Las instalaciones de volumen de aire variable (VAV) facilitan el registro y la operación del sistema. Los controladores, que se encuentran distribuidos en este sistema, pueden conectarse a todo el edificio y, a través de los climatizadores, permiten la realización de métodos iniciales para garantizar su funcionamiento.

En los controladores ambientales se pueden establecer varios modos de operación que mejoran la eficiencia energética del sistema y la calidad del aire exterior. Para conseguir un buen funcionamiento, se requiere de una instalación todo aire con capacidad de regulación; es decir, introducir aire convenientemente tratado para compensar las cargas no deseadas, al mismo tiempo, se extraerá casi la misma cantidad de aire.

Por cuestiones energéticas, con este sistema el aire extraído (en condiciones de temperatura y humedad) no se desperdicia, ya que una buena cantidad de aire vuelve a tratarse mezclándose con el aire de renovación (climatizadoras o unidades de tratamiento de aire).

¿Qué debes considerar para una correcta instalación?
1.- El consumo de electricidad
Recuerda que la eficiencia energética abarca todas las acciones de mejoramiento que buscan minimizar el consumo de energía requerida, manteniendo o renovando las prestaciones de servicio y calidad, como:
a) Brindar confort
b) Empleo de sistemas de distribución de aire
c) Recuperación del calor del aire
d) Métodos de acumulación y aislamiento térmico
e) Disminución de las necesidades de energía
f) Iluminación, equipos y artefactos eficientes
g) SetPoint y control de temperaturas

2.- Contar con un subsistema de enfriamiento
Con el fin de contar con el compartimento de los espacios interiores, orientando el uso y horario de funcionamiento

3.- La filtración del aire exterior
Se puede aprovechar el aire exterior (free cooling) para climatizar, reduciendo la energía necesaria para la adecuación del aire impulsado por los sistemas. Es decir, este método consiste en utilizar aire del exterior, normalmente sólo filtrado, en vez de recircular aire de retorno, por tener unas características energéticas que lo hacen más eficiente que el aire procedente del retorno

4.- Limpieza del edificio antes de poner en servicio el sistema
En edificios grandes, especialmente, donde no hay actividad de noche, se recomienda que en las mañanas se limpie toda la parte exterior del lugar para estar seguros de tener los niveles óptimos de calidad de aire antes de que empiece su funcionamiento. Aunado al empleo de sondas de calidad de aire, es posible que la instalación limite el uso de aire exterior en épocas de climas extremos

5.- Ajuste de temperatura tras limpieza del edificio
Después de limpiar el edificio, es necesario recircular todo el aire y ajustar su temperatura. En este momento se podría establecer una temperatura variable con el tiempo de ocupación de las personas que se encuentran en el inmueble

6.- Modo ocupación y no ocupación
a) Ocupación: es el modo habitual de trabajo en el cual se establecen las temperaturas y se trabaja de forma normal
b) No ocupación: es posible establecer temperaturas extremas cuando el edificio no se encuentre ocupado; de esta manera, cuando se ponga en funcionamiento, la instalación será más rápida y reducirá la requerida.

También considera que llevar a cabo una correcta selección del equipo ayudará a incrementar la capacidad (alta o baja) de los componentes que trabajan en él. Por ejemplo:

I. Ductos pequeños producen mayor pérdida de carga en el sistema, por lo que necesitan ventiladores y bombas más grandes. Esto significa que un diseño adecuado permite un menor consumo de energía

II. Un motor eléctrico utilizado con bajo rendimiento puede tener menos potencia y gastar más energía en comparación con uno más pequeño utilizado a altos niveles de carga

III. Ventiladores que se encuentran alejados de su punto de máximo rendimiento demandan más potencia por unidad de volumen desplazado.

Por lo general, el alto costo de un sistema de ventilación es producto del mal funcionamiento de los componentes, lo que se debe a una incorrecta selección del equipo, un defecto de fábrica en el sistema o por el mal flujo de aire.

La eficacia de los sistemas, tanto en uso como en recuperación de energía, potencia los sistemas de VAV del mismo modo que en los aspectos de calidad de aire.

Aplicando estos criterios podrás obtener importantes ahorros, lo que después permitirá financiar, a corto plazo, los costos adicionales que puedan significar los equipos y sus modificaciones necesarias, como la filtración de aire o los volúmenes de aire en recuperación de energía.

Con información de TROX