Precaución y manejo de Químicos limpiadores de sistemas AAR

Precaución y manejo de Químicos limpiadores de sistemas AAR

En algún momento de la vida útil de los sistemas de Aire Acondicionado y Refrigeración (AAR) será necesario utilizar productos químicos, debido a que las partes se ensucian desde el momento en que se ponen en operación y es inevitable la acumulación de partículas. Con el tiempo, el agua y la limpieza mecánica no son suficientes para conservarlos en óptimas condiciones de funcionamiento e higiene; por ello, es necesario saber los riesgos que corres con cada uno de los elementos de limpieza

Mayra Lira

Cuando se trabaja con químicos, suele pasar que las etiquetas y las hojas de seguridad (HDS) no se leen. Peor aún, a veces, no se toman las medidas de precaución necesarias, no se cuenta con equipo eficiente o, bien, no se prevé tener a la mano lo necesario en caso de contacto o derrame de alguna sustancia.

En los últimos años, se han desarrollado formulaciones con mejores sustancias y compuestos, por lo que algunos procedimientos de limpieza han quedado obsoletos y surgen nuevas necesidades, como cuidar la capa de ozono y utilizar materiales que sean biodegradables.

Químicos
En la industria se utiliza una amplia variedad de productos para el funcionamiento y mantenimiento de los sistemas. En algunos casos, se utilizan sustancias y en otros se requieren mezclas, las cuales se presentan en forma de gases, líquidos, aceites, aerosoles, polvos, pastas, tabletas y geles. Las sustancias son elementos químicos en estado natural, que se obtienen a partir de cualquier proceso de producción, incluidos los aditivos necesarios para su estabilización. Ejemplo de ello son los gases refrigerantes, el alcohol, el oxígeno, el nitrógeno, el acetileno, el cloro, los ácidos y algunos solventes. Las mezclas son la agregación o disolución de dos o más sustancias que no reaccionan entre sí; comúnmente, son limpiadores, aditivos, selladores, desincrustantes, desoxidantes, adhesivos y, en los últimos años, sanitizantes, desinfectantes, biocidas, fungicidas, entre otros.

No todos los productos son considerados peligrosos, sólo los que representan un riesgo potencial para la salud, el medioambiente, la seguridad de los usuarios y la propiedad de terceros. En este sentido, los riesgos asociados al uso de los químicos pueden ser reacciones alérgicas, quemaduras químicas, irritación respiratoria, daños oculares, intoxicaciones, vapores tóxicos o contacto con sustancias cancerígenas.

Por todo esto, es de suma importancia leer la etiqueta de los productos químicos y la HDS, usar la protección personal adecuada, contar con lo necesario en caso de contacto o derrame, así como conocer las condiciones de almacenaje, transportación y de disposición de los residuos.

Suciedad inorgánica Suciedad orgánica
Grasa Polen, semillas, restos de plantas e insectos
Aceite Cabello y escamas de piel
Depósitos de humo, como tabaco, combustión y procesos industriales Fibras de papel
Polvo con sales, como carbonato de calcio, fosfatos, sulfatos, magnesio y sílice Ácaros, hongos, virus y bacterias
Incrustaciones minerales VOC (químicos orgánicos volátiles), toxinas y alérgenos

Ensuciamiento
El ensuciamiento es la forma común de nombrar la resistencia al flujo de calor, debido a los depósitos de suciedad, corrosión o materia orgánica de los intercambiadores de calor. Este término se usa con más frecuencia al hacer referencia al ensuciamiento de tubos que al de serpentines.

Existe una serie de causas comunes que provocan el ensuciamiento en los sistemas:

Cristalización: se presenta cuando las sales contenidas en una corriente sobrepasan la condición de saturación y, por calentamiento o enfriamiento, se depositan en las superficies de los intercambiadores. Ocurre especialmente con la cal, que se precipita en los tubos cuando el agua se calienta o se queda en la superficie de las aletas de aluminio de los condensadores al evaporarse el agua del ambiente
Sedimentación: ocurre cuando las partículas sólidas contenidas en alguna corriente (de agua, aire, aceite, gas, etcétera) se acumulan. El uso de tubos corrugados ayuda a minimizar este efecto porque generan turbulencia
Ensuciamiento biológico: organismos y microorganismos como algas y bacterias pueden incrustarse en partes de los sistemas
Ensuciamiento químico: algunos depósitos se forman por reacción química, que ocurre en alguna corriente, por ejemplo, de polimerización o craqueos. Conviene elegir materiales compatibles con el fluido
Corrosión: ocurre cuando el fluido reacciona con la superficie del tubo o los materiales del sistema. El acero inoxidable es altamente resistente a la corrosión

Para efectos prácticos y seleccionar mejor el químico adecuado, se puede dividir la suciedad en dos tipos: suciedad inorgánica y orgánica.

limpieza mecánica Suciedad orgánica
Chorro de agua Aplicación directa de una solución química
Cepillado / tallado Recirculaciones de soluciones químicas (alcainas, ácidas inorgánicas y orgánicas, desinfectantes, sanitizantes y detergentes)
Vapor de agua a presión
Pulido
Aspirado con fibras HEPA
Enderezamiento de aletas

Limpieza
Para evitar el ensuciamiento, lo mejor será eliminar la fuente que lo genera. A veces, basta con limpieza mecánica si tenemos acceso a la suciedad; de lo contrario, será necesaria limpieza química. Al limpiar mecánicamente se utilizan diversas técnicas, como el cepillado, la aplicación de agua o vapor a presión o temperatura, el pulido, aspirado y enderezado de partes. Muchos tipos de sustancias químicas se pueden aplicar directamente, por recirculación, por remojo o con tallado.

Productos químicos limpiadores para sistemas ACR
Los limpiadores líquidos pueden ser de base ácida, alcalina o neutra por su potencial de hidrógeno (pH). Comúnmente se cree que su corrosividad es mayor mientras más cerca esté de los extremos de la escala. Además de la sustancia activa, su eficacia mejora al mezclarlos con surfactantes, como el jabón y los detergentes, los cuales facilitan la disolución de las partículas en el agua, algunas veces con inhibidores, que previenen la corrosión, y con aditivos, que son los que dan el toque final a las fórmulas agregando características, potenciando el desempeño o estabilizando el comportamiento de la mezcla: colorantes, aromas, antioxidantes, conservadores, emulgentes, antiespumantes, espesantes, gelificantes, humectantes, antiaglutinantes y reguadores de pH.

La calidad y efectividad de los surfactantes y aditivos son los que hacen la diferencia en la gama de productos que tenemos al alcance.

Peligrosidad de los productos
La manera de clasificarlos y establecer su grado de peligrosidad se ha discutido ampliamente. En 2009, la ONU reconoció la necesidad de una homologación internacional y propuso un Sistema Globalmente Armonizado (GHS, por sus siglas en inglés) de clasificación y etiquetado de productos químicos que regule también las HDS y la señalización. Puso las bases para la homologación de reglas y regulaciones nacionales a nivel mundial, que es un factor importante para el comercio. Las indicaciones de peligro, los símbolos y las palabras de advertencia se han normado y armonizado, dando pautas también para el etiquetado y la creación de las HDS.

Consideraciones de seguridad y el GHS
En México, a partir de junio de 2015 se tiene la norma NOM-018-STPS-2015, la cual establece los requisitos para disponer en los centros de trabajo del sistema armonizado de identificación y comunicación de peligros y riesgos por sustancias químicas peligrosas. Esto tiene como fin prevenir daños a los trabajadores y al personal que actúa en caso de emergencia, aplica a todos los centros de trabajo del territorio nacional e incluye una lista actualizada de productos peligrosos y los criterios para clasificarlos. Asimismo, define la forma de elaborar las HDS, normas de señalización y etiquetado. Establece la obligación del patrón de implementar esta norma y brindar capacitación a los empleados, así como la obligación de los empleados de adoptarla. La NOM-R-019-SCFI-2011 describe el criterio de clasificación y los elementos de comunicación por tipo de peligros y los procedimientos de decisión aplicables a cada uno.

Señalización. Establece que deben colocarse letreros en los contenedores, áreas, anaqueles y medios de transporte que permanezcan más de 72 horas en el lugar de trabajo; debe coincidir con lo que se especifica en la etiqueta y la hoja de seguridad del producto, ser visible para los trabajadores y personal de emergencias, estar hecha de un material resistente e indeleble, que no se caiga ni se decolore, que posea en su contenido nombre, palabra de advertencia, pictogramas y símbolos que apliquen
Etiquetado. La norma establece como elementos obligatorios los símbolos de peligro, palabras de advertencia, consejos de prudencia y pictogramas de precaución, así como identificación del proveedor y del producto; también, debe figurar la identidad química del producto. Si se trata de mezclas o aleaciones, tendrán que indicarse las identidades químicas de cada componente o elemento de la aleación
HDS. La comunicación de peligros deberá brindarse al usuario mediante las HDS, las cuales ofrecen información completa sobre un producto químico, con miras al control y reglamentación de su utilización y gestión en el lugar de trabajo, así como para transportistas y servicios de emergencia. Es responsabilidad del fabricante o proveedor elaborar una HDS para todos los productos químicos y mezclas que cumplan con los criterios armonizados del SAC

Los residuos peligrosos se identifican por sus características CRETIB: Corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad y biológico infecciosas, y están contenidas en la NOM-052-SEMARNAT-2005.

Mayra M Lira es Arquitecta egresada del ITESM en 1991 y del Programa de Alta Dirección del IPADE en 2015. De 1991 a 1994, contratista en el ramo de acabados en pintura, posteriormente socia y administradora de Dolmen Edificaciones, S.A., dedicada a la fabricación y montaje de estructuras metálicas. De 1999 a 2009, se enfocó en la mejora de productos, procesos, calidad y medio ambiente en ADESA, empresa fabricante de productos químicos para mantenimiento de sistemas ACR. En 2010 funda y dirige Clinest Soluciones Limpias, S.A. de C.V., desarrollando productos químicos para limpieza y desinfección de áreas refrigeradas, de salud y manejo de alimentos, y representando en México los productos innovadores para mantenimiento HVACR de la marca SpeedClean. En 2013 funda la empresa panameña Clinest Internacional, para la comercialización de productos de las marcas ADESA, SPEEDCLEAN y GOODWAY. Miembro de ASHRAE, Capítulo Monterrey, socia fundadora y parte de la Mesa Directiva de la Asociación de Empresarias EXATEC.