Beneficios del deshielo
Este proceso es indispensable para el buen funcionamiento de los sistemas de refrigeración; por ello, es importante que los prestadores de servicio conozcan los diferentes métodos y su impacto dentro de la industria
Ámbar Herrera / Fotografías: Cero Grados Celsius
El equipo de Recsa y Adequia, distribuidores autorizados de Danfoss, conformado por Ana Laura Quiroz, Paola Olguín y Víctor de la Fuente, junto con Ariadna González y el ingeniero Roberto Badillo, de Danfoss
La acumulación de hielo en los serpentines puede limitar la capacidad de los evaporadores y perjudicar el funcionamiento de todo el sistema HVACR. “A medida que se escarcha el serpentín se pierde la capacidad de enfriamiento, por esto, hay que hacer el deshielo periódicamente”, explicó el ingeniero Roberto Badillo, gerente de ventas del segmento de Refrigeración Industrial en Danfoss, quien impartió una conferencia sobre el tema durante la última capacitación de la ANDIRA.
Para realizar un deshielo seguro se necesita, por un lado, del cumplimiento de las medidas básicas de seguridad por parte del personal de trabajo –como el uso del equipo de protección adecuado–; por el otro, es fundamental conocer las propiedades del gas con el que se trabaja para saber cómo proceder en caso de una fuga. La seguridad también depende del diseño de las instalaciones; en éstas se debe evitar el entrampe de líquido, calcular las tuberías de acuerdo con las velocidades recomendadas, y realizar el deshielo de forma automática mediante una secuencia adecuada.
Hay diferentes métodos de deshielo, algunos dependen de una fuente de calor externa, como es el caso del deshielo eléctrico o por agua. También, los que utilizan una fuente de calor interna, entre ellos, el método por gas caliente (Figura 1), que tiene dos variantes, una por control de presión y otra por drenaje de líquido. Durante la conferencia se compararon estás dos últimas formas para evaluar las características de cada una.
Deshielo por gas caliente
En este procedimiento el evaporador, que normalmente trabaja en baja presión, se convierte en un condensador que opera en alta presión. Estos altos diferenciales de presión son riesgosos, sobre todo, cuando se trabaja con refrigerantes como el amoniaco. “El objetivo del método es que el gas caliente que se suministre al evaporador aporte toda su energía para derretir el hielo”, aunque un mal diseño del sistema puede perjudicar la eficiencia y causar accidentes, apuntó Badillo.
El experto señaló que, hoy en día, el 98 por ciento de las plantas industriales en México emplean el deshielo por gas caliente por control de presión, aproximadamente. Sin embargo, agregó que mediante este procedimiento todo el refrigerante condensado es retornado al sistema para su reutilización en enfriamiento, lo cual presenta la siguiente desventaja: en un inicio, el evaporador logra condensar una cantidad de gas, pero conforme avanza el proceso, la mayor parte no logra condensarse, lo que produce un retorno del líquido sobrante y de gas caliente a la unidad de recirculación. Posteriormente, la bomba envía el líquido a los evaporadores para la refrigeración, pero el gas que regresa es succionado y no produce ningún efecto de refrigeración, por lo que sólo limita la capacidad del compresor y aumenta el gasto energético. Esto es conocido como flash gas.
Control de presión vs. Drenaje de líquido
En contraposición, el método de drenaje de líquido permite una mayor condensación de los fluidos a una menor presión y reduce notoriamente el flash gas. Badillo mencionó que esta técnica se puede combinar con la tecnología del módulo de desescarche ICFD de Danfoss, que se basa en un flotador mecánico que permite un diferencial de presión muy alto y un control automatizado del proceso.
“Cuando usas el método del flotador, el flujo disminuye mientras la presión aumenta en el evaporador. Al mismo tiempo, cada vez hay menos demanda de gas caliente porque vas quitando la escarcha, es decir, se va derritiendo el hielo”, refirió, y añadió que este método es “ideal para sistemas de baja carga de amoniaco”.
Entre los asistentes, Eleazar Sánchez Monroy, gerente de Servicios Sánchez, dijo que la capacitación fue “muy interesante, ya que muchos de los problemas de refrigeración son por el deshielo, los equipos se bloquean y ya no hay una transferencia de calor, por lo que dejan de enfriar”. A su vez, Juan Manuel Angoa, líder de ingeniería aplicada en la empresa Norcul, comentó: “para mí, el tema incide directamente porque me dedico al control de refrigeración y una parte fundamental son los deshielos, no los veo a nivel industrial, pero en general, lo que se ha mencionado aquí se aplica también a nivel comercial”.
Hacia el final del evento, el ingeniero Badillo presentó varios ejemplos que demostraron que el método de drenaje de líquido puede generar mayor ahorro de refrigerante y más de un 25 por ciento de ahorro energético durante el deshielo.