Las aldeas sostenibles de Panasonic

Las aldeas sostenibles de Panasonic

Fujisawa SST y Tsunashima SST son dos smart towns japonesas que buscan erigirse como un paradigma de la sostenibilidad urbana de este siglo. Con su creación, la multinacional asiática festeja 100 años de existencia, al tiempo que ofrece y propone nuevas soluciones para reducir el consumo energético de las ciudades

Ricardo Donato / Fotografías: cortesía de Panasonic

Hoy, como nunca antes en la historia de la humanidad, la civilización palpita en las ciudades. Según el último informe de la ONU, Perspectivas Mundiales de Urbanización, 54 por ciento de la población mundial vive en áreas urbanas. Pero mientras esta tendencia se intensifica, acontece un fenómeno paralelo: la creación de pequeñas aldeas sostenibles o smart towns que brotan en el interior o en los márgenes de las megalópolis actuales y que, en última instancia, replantean el concepto mismo de ciudad.

Tiene sentido que la mayoría de ellas comiencen a germinar en Asia, la región más superpoblada del planeta. Tampoco sorprende que sean potencias económicas como Japón las más aventajadas en lo que respecta al esbozo y cumplimiento de los criterios económico-energéticos que exigirán las poblaciones urbanas del futuro.

Algunas de estas comunidades son ya una realidad. Éste es el caso de Fujisawa Sustainable Smart Town (SST), una aldea sostenible localizada 50 kilómetros al oeste de la megalópolis de Tokio. Con apenas 19 hectáreas de extensión, fue concebida por Panasonic Corporation, en conjunto con entidades gubernamentales del país asiático.

Técnicamente, se trata de una comunidad integrada por mil viviendas bajas con paneles solares en techo, parques, callejuelas estrechas, coches y bicicletas eléctricas comunitarias. De acuerdo con su concept book, descargable en su página web, funge como un modelo de lo que se espera que sean las smart cities del mañana, donde las personas vivan y se adhieran a “un nuevo estilo de vida en un ambiente más seguro, con consciencia ecológica y servicios a la medida”.

Sus primeros residentes se mudaron en 2014, una vez finalizada su etapa de construcción, pero no fue sino hasta este año cuando comenzó su “etapa de cultivo del tejido social”. En su concepción, además de Panasonic, participaron un cúmulo de corporaciones asiáticas, como PanaHome Corporation, Apple, Obayashi Corporation Ltd., JX Nippon Oil & Energy Corporation, entre otras.

Idílica y eudemonista, Fujisawa SST se sustrae de la dinámica de la megalópolis tokiota: aglomeración, congestionamiento vial, estrés, neurosis citadina. Para ello, despliega una serie de soluciones alrededor de cinco servicios claves: energía, seguridad, movilidad, cuidado de la salud y desarrollo comunitario.

En el caso del rubro energético, Panasonic aportó los sistemas de cogeneración de energía, iluminación LED, paneles solares y baterías recargables para el óptimo aprovechamiento de los recursos en viviendas, calles, edificios y espacios públicos.

Así, cada hogar cuenta con una herramienta en línea para monitorear y administrar el uso de energía (desde el consumo de agua caliente hasta el de electricidad), de acuerdo con las necesidades de cada familia. El consumo de agua, además, se ha reducido 30 por ciento, con ayuda del uso de equipamientos que reutilizan el recurso pluvial.

Gracias a esta combinación de soluciones y a un sistema público de gestión inteligente, esta smart town es capaz de almacenar una reserva de energía suficiente para operar durante tres días en caso de emergencia. Y, más importante, reduce hasta en 70 por ciento sus emisiones de CO2.

En cuanto a la movilidad, ofrece el servicio de transporte en autos y bicicletas eléctricas comunitarias, que cuentan con estaciones de recarga de energía, ubicadas tanto en las zonas públicas como en las calles del área residencial. El trazo urbano, además, fue planificado a 100 años de distancia.

La seguridad y los servicios de salud también están garantizados. Por un lado, la ciudad dispone de un sistema completo de videovigilancia, el cual abarca y vigila cada movimiento en las calles; por otro, cuenta con una zona específica dedicada a la infraestructura hospitalaria.

Su “éxito”, señala su página web, descansa en el fortalecimiento de las “relaciones humanas y el tejido social”, pues dispone de espacios públicos y programas para que los vecinos participen en actividades que promuevan la convivencia cotidiana y la “creación del sentido de pertenencia”.

Una Smart City para celebrar 100 años
Tsunashima Sustainable Smart Town es el nombre de la nueva urbe inteligente de Panasonic, la cual verá la luz en 2018, año del centenario de la compañía. Al igual que Fujisawa SST, ha sido concebida para reforzar la “consciencia ecológica”.

Se localiza en Yokohama (cuyo gobierno también participa en el proyecto), la segunda ciudad más poblada de Japón, después de Tokio. En su construcción, participan el Consejo de Tsunashima SST, integrado por diez organizaciones dedicadas a promover la creación de smart towns, así como la empresa Nomura Real Estate Development Co., Ltd.

Bajo el concepto “Juntos Innovando Hacia el Futuro”, actualmente se levanta en un predio que en el pasado fue ocupado por una fábrica de Panasonic, cuya superficie aproximada es de 37 mil 900 metros cuadrados. Sus directrices son similares a las de su hermana: protección del medioambiente, mayor seguridad, mejores servicios públicos, planeación eficiente del espacio urbano y desarrollo integral de la comunidad. También busca la disminución de 40 por ciento de las emisiones de carbono y la reducción del consumo hídrico y energético en un 30 por ciento. Para ello, dispondrá de las siguientes instalaciones:

Centro de Energía. Ubicado en el centro de la aldea, proporcionará toda la energía térmica de baja emisión de carbono, a través de equipos de cogeneración de gas de alta eficiencia. El sistema empleará gas limpio de la ciudad como combustible y reutilizará el calor producido durante la generación de energía para la refrigeración, calefacción y suministro de agua caliente. La infraestructura será a base de materiales resistentes a terremotos y desastres naturales, lo que asegura su funcionamiento ante un posible siniestro

Estación de Recarga de Hidrógeno. Tsunashima SST contará con una estación de recarga de baterías de combustible de hidrógeno para impulsar el uso de coches eléctricos mediante baterías que utilizan este gas

Centro de Gestión. Fungirá como oficina central de comunicación y centro de monitoreo de seguridad para mantener informada a la comunidad sobre los planes de contingencia en caso de algún evento extraordinario o emergencia, además de encargarse de las funciones administrativas

Condominios Inteligentes. La población habitará en condominios equipados con sistemas para la captación, almacenamiento y distribución de energía fotovoltaica. El recurso solar será utilizado en viviendas y áreas comunes, así como para el soporte del sistema de ascensores en caso de un corte de electricidad

Centro Comercial Inteligente. Mall ecológico de última generación que busca convertirse en un modelo para la creación de espacios comerciales en otras ciudades. Equipado con sistemas de climatización que funcionan con el calor residual del centro de energía, contará con plataformas de señalización digital y cámaras de monitoreo multifunción para informar a los habitantes (en diferentes idiomas) sobre las actividades de los comercios. Además, proporcionará datos sobre el clima, tránsito o instrucciones de evacuación

Residencia para estudiantes extranjeros. Su objetivo es crear un espacio donde los estudiantes extranjeros de intercambio puedan enriquecer su formación profesional, a través de procesos de investigación y actividades urbanas de apoyo a la comunidad. Será desarrollada y diseñada bajo la cultura tradicional japonesa

Con la edificación de Tsunashima SST, Panasonic busca convertirse en la empresa líder en innovación tecnológica, cuidado del medioambiente y edificación sostenible para 2018.

Ruptura con la tradición
Tanto Fujisawa SST como Tsunashima SST representan dos de los proyectos más ambiciosos creados hasta la fecha por la corporación japonesa. Su propósito, se adivina, es impulsar un estilo de vida mucho más armonioso y ecológicamente responsable, sin que ello implique el sacrificio de la comodidad y bienestar de las personas.

La ruptura con la noción tradicional de ciudad salta a la vista. Por un lado, llevan a un nuevo nivel las “5S” del Toyotismo (seiri, seiton, seiso, seiketsu y shitsuke; clasificación, orden, limpieza, estandarización y mejora continua, respectivamente), ese modelo de producción económica nacido en Japón durante los años 60 del siglo pasado. Y, por el otro, responden a un fenómeno creciente de nuestra era: el de la desustancialización.

Y en que, en ambos casos, el “sin” es su condición diferencial: sin violencia, sin contaminación, sin congestionamientos viales, sin multitudes, sin desperdicios, pero sobre todo, sin despilfarro de recursos. Es decir, comunidades despojadas de elementos disgregadores y heterogéneos (pobreza, criminalidad, basura, aglomeración urbana, desigualdad económica, racismo, protestas sociales, desempleo, etcétera). Depuración y abstracción última de la noción tradicional de ciudad que señala el camino de las ecópolis del mañana.