Cambio climático, ¿a debate?

Cambio climático, ¿a debate?

Intercambiar miradas multidisciplinarias sobre este tema en particular que ha causado enorme revuelo, tanto por las afectaciones que ha causado al planeta, como por las opiniones controvertidas en torno a su existencia, es una gran oportunidad para responder interrogantes que podrían llevar a una solución

Redacción, con información y fotografías de la Agencia Informativa Conacyt

La discrepancia en el ámbito científico es un ejercicio intelectual común que permite la reflexión y el avance hacia nuevas ideas. Recientemente, se organizó el X Festival Internacional de Mentes Brillantes, La Ciudad de las Ideas, el cual es una iniciativa creada por Ricardo Salinas y Andrés Roemer bajo el lema “No creas todo lo que piensas”. La intención es que las personas analicen, cuestionen, critiquen, duden y jamás dejen de tener una mente curiosa, inquisitiva y hambrienta de preguntar. “Los ideastas nos hemos esforzado –a lo largo de estos diez años– en plantear propuestas que sean ejecutables y de alto impacto para el bienestar social. Apostamos por fomentar la inteligencia emocional y el desarrollo humano”, señala Roemer en el sitio web del festival.

Las personalidades que asisten a este evento suelen ser arquitectos, diseñadores, filósofos, economistas, psicólogos, lingüistas, artistas, políticos, literatos y científicos, quienes con un tema en la mesa discuten conceptos, desentrañan enigmas, intercambian opiniones y proponen soluciones.

En esta ocasión el tema del calentamiento global originó un debate entre especialistas y científicos que expusieron sus argumentos a favor y en contra de la existencia de este fenómeno.

El grupo conformado por Lawrence Krauss, doctor en física teórica de la Universidad Estatal de Arizona; Mario Molina, primer mexicano en recibir el premio Nobel de Química en 1995, y Daniel Schrag, director del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Harvard, defendió la existencia no sólo del calentamiento global, sino sus riesgos y efectos sobre el planeta.

Por su parte, Richard Lindzen, profesor de Meteorología del Instituto de Tecnología de Massachusetts; William Happer, físico estadounidense, profesor emérito de la Universidad de Princeton y especialista en física atómica, óptica y espectroscopía, y el político británico, Lord Nigel Lawson, mantuvieron una postura en contra de las predicciones acerca de los alcances del fenómeno, asegurando que sólo se ha generado una alarma innecesaria entre la sociedad y los gobiernos.

Para el premio Nobel de Química de 1995, el doctor Mario Molina, las evidencias acerca de la realidad del cambio climático son objetivas e irrefutables

¿Hay de qué preocuparse o no?
En la primera intervención, el físico William Happer defendió su postura al decir que, desde el periodo cámbrico, los niveles de dióxido de carbono (CO2) en el planeta fueron más altos que ahora: 4 mil partes por millón por volumen (ppmv). Aseguró que las plantas están biológicamente adaptadas para soportar niveles más altos de los que se tienen en este momento, además de que la única evidencia clara de los niveles se puede ver en la información de los satélites que orbitan la Tierra y las predicciones de los modelos no coinciden porque, aseguró, el calentamiento ha sido mucho menor.

“El tema del calentamiento global me recuerda a los libros sobre las locuras de las multitudes, pero si analizamos todos los hechos sobre el clima veremos que no es tan alarmante, estamos sentados sobre CO2, las cifras son importantes en todo esto, no sólo los sentimientos. Las medidas que estamos tomando para combatir esta supuesta amenaza existencial sólo distorsionan; los historiadores dentro de 50 años escribirán mucho sobre este engaño o ilusión pública”, señaló el físico Happer.

A su vez, el físico atmosférico Richard Lindzen, advirtió que el problema con el calentamiento global tiene que ver con el propio sistema físico del que se habla, asegurando que no se trata de un medio estático, sino de un sistema sustentado en dos componentes: la atmósfera y los océanos, dos fluidos corpulentos que interaccionan entre sí de forma compleja y que provocan variabilidades que no requieren de la intervención externa.

“Lo que quiero recalcar es la capacidad que tienen los sistemas naturales para producir una gran variabilidad temporal sin necesidad de las intervenciones externas. ¿Cuál es la forma en la que se aborda este problema? Fomentando la alarma y proponiendo que este sistema complejo y multifactorial que es el clima, que en sí mismo consta de variables, se pueda definir con una sola variable, la temperatura promedio, y aunque no existe una precisión, sí hay políticas públicas que definen cómo se debe controlar el calentamiento y eso constituye una afirmación extraordinaria que exige una evidencia igual y no la hay. Le echamos la culpa de todo al calentamiento global, pero algo que explica todo no expresa nada, porque en lugar de hablar de política pública real hablamos del incremento de temperatura, por cierto, minúscula, que no está basada en modelos reales y una mentira que se repite con demasiada frecuencia tiende a convertirse en verdad”, fueron las palabras de Lindzen.

En contraparte, el doctor Mario Molina, primer mexicano en recibir el premio Nobel por sus aportaciones en el estudio de los gases clorofluorocarbonos y sus efectos negativos sobre la capa de ozono, expuso que los cambios extremos de clima son una evidencia clara de lo que está ocurriendo y existe un consenso en la comunidad científica al respecto. Respondió al doctor Happer que, en efecto, hace millones de años hacía más calor; sin embargo, esas condiciones tampoco permitían la supervivencia del ser humano. Se pronunció por hacer cambios que permitan la reducción del CO2, apostando por las energías renovables y un desarrollo más sostenible.

“Los impactos son evidentes, incendios, muertes por calor, huracanes, etcétera, y por lo que oímos, ustedes no niegan que existe un riesgo de incremento en la temperatura. No estamos exagerando de que hay un riesgo, estamos todos de acuerdo y está basado en ciencia muy establecida y todos como sociedad tenemos que hacer algo para revertir las condiciones. No tenemos que esperar la innovación porque existen energías renovables económicas, el reto es que sigan avanzando y pensar en el nivel de vida de nuestros hijos”, expresó Molina.

A favor de esta segunda posición, el doctor Daniel Schrag aseguró que no se trata de hacer un pronóstico exacto del futuro, sino de poner atención a las tendencias que sí demuestran un incremento en la elevación del nivel del mar. Como prueba, argumentó, se puede observar cuánta masa se pierde en Groelandia, e insistió en que los niveles altos de CO2 en los últimos años deben servir de alerta, pues el 95 por ciento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) los absorbe el mar y eso ha provocado, entre otras cosas, el calentamiento del océano.

Tras estas palabras, el doctor Schrag invitó a los asistentes “a que analicen la información científica sobre los cambios de temperatura en eventos climáticos extremos y en el océano, y verán que no es complicado entender el problema”.

De izquierda a derecha: el político británico Lord Nigel Lawson, junto a los físicos William Happer y Richard Lindzen

La réplica
En el intercambio de opiniones, el físico Lawrence Krauss indicó que demorar la política pública sobre el cambio climático, quizá se deba a los intereses que circundan a quienes reciben recursos por parte de la industria energética de fósiles. Aludido, Lord Lawson respondió que la idea de recurrir a las energías sustentables implicaría empobrecer aún más a los que ya de por sí están desfavorecidos, y aunque reconoció que está de acuerdo en la inversión de nuevas tecnologías, dijo que no se puede suponer que ésa será una solución, pues la fuente de energía más barata y eficaz continúan siendo los combustibles de origen fósil.

“El problema de la energía renovable es que es intermitente y, por lo tanto, se va a volver más costosa. Ahora hay un convenio internacional que está tratando de obligar a la gente en los países más pobres a que asuman estos costos sólo por una política pública incorrecta”, afirmó Krauss.

El doctor Molina replicó a Lord Lawson que se sabe de manera comprobada que, si se trabaja de forma creativa, se puede disminuir la pobreza, por lo que ésta no depende de los factores que expuso, calificando su postura como carente de sentido. Recordó, además, el consenso que existe entre el 97 por ciento de la comunidad científica respecto de los riesgos del calentamiento global.

La discusión siguió entorno a la correlación entre CO2 y la temperatura, así como las políticas públicas y acuerdos internacionales. Finalmente, el grupo que está en contra de lo que llamaron supuestos riesgos del cambio climático, advirtieron que para modificar su postura necesitarían tener evidencia de un incremento más significativo en los niveles de temperatura; no obstante, ambos grupos coincidieron en la existencia de cambios físicos que subyacen a este fenómeno y en la pertinencia de la ciencia para estudiarlos, aunque los enfoques sean disímiles.

Las implicaciones que estos temas tienen para la industria HVACR son muy importantes, pues las emisiones de GEI correspondientes a este sector son altas. Desde hace tiempo se trabaja para que los nuevos refrigerantes sean más eficientes y amigables con el medioambiente. Por ello, existen en el mercado opciones sintéticas de bajo GWP y también se está retomando la atención a las opciones naturales que ya existen, pero que requieren de altas medidas de seguridad.

Pero ante la polémica, la pregunta para el sector sigue siendo la misma: ¿cuáles son las acciones que deberá seguir impulsando para contribuir al cuidado ambiental y a la reducción de emisiones contaminantes?

12 vías para una transformación climáticamente inteligente
1. Costas resilientes
La urbanización acelerada y sin planificar erosiona el paisaje natural, afectando los ecosistemas costeros, a las personas y a las economías. La colaboración a nivel técnico y el fomento de políticas públicas exitosas puede ayudar a controlar la erosión y a mantener los ecosistemas costeros saludables2. Seguros climáticos
Contribuyen a la adopción de medidas tempranas y aceleran la recuperación ante un desastre, a fin de restablecer los medios de subsistencia y reconstruir la infraestructura crítica para que la población, las comunidades y las economías se recuperen3. Agricultura inteligente
La agricultura, junto con la pérdida de bosques y los cambios del uso de la tierra, son responsables de la cuarta parte de las emisiones de GEI. A nivel global, alrededor del 80 % de la deforestación se debe a esta actividad. La agricultura climáticamente inteligente impulsa la productividad agrícola, aumenta la resiliencia al cambio climático y reduce las emisiones de GEI

4. Ciudades resilientes
Cerca del 90 % de la expansión urbana ocurre en países en desarrollo, y se espera que otras 2,500 millones de personas se trasladen a urbes en los próximos 25 años. A veces el mercado no posibilita el flujo de capital hacia proyectos de infraestructura urbana; sin embargo, el Programa de Ciudades Resilientes (CRP) ayudará a los gobiernos de las ciudades a contactar con fuentes dispuestas a proveer financiamiento

5. Movilidad
Implementar soluciones que contribuyan a la movilidad compatible con el clima es imprescindible para lograr la meta de reducir las emisiones relacionadas con el transporte de 7.7 Gt de CO2, equivalentes a entre 2 y 3 Gt para 2050. El desafío reside en transitar hacia un sistema de transporte bajo en emisiones de carbono

6. Seguros climáticos
Contribuyen a la adopción de medidas tempranas y aceleran la recuperación ante los desastres naturales. Esto con el fin de restablecer los medios necesarios de subsistencia y reconstruir la infraestructura crítica para que la población, las comunidades y economías se recuperen

7. Servicios hidrometeorológicos
Los peligros hidrológicos y meteorológicos ocasionan el 90 % del total de las pérdidas asociadas a desastres en el mundo. Contar con información en tiempo real sobre cuestiones meteorológicas, hidrológicas, climáticas y en materia de alerta temprana, podría incrementar la productividad mundial en 30 mil mdd al año, y generar ahorros por 13 mil mdd. Esto es posible si se reducen las pérdidas de activos, lo que podría salvar vidas y generar ahorros adicionales por un valor de 22 mil mdd

8. Bonos verdes
Los mercados de capitales movilizan el financiamiento para respaldar los compromisos del acuerdo sobre el cambio climático de París. Según las proyecciones, la emisión de bonos verdes superará los 130 mil mdd en 2018, frente a los 81 mil 600 mdd  del año pasado. Estos fondos buscan intensificar los mercados de capitales locales y ampliar el financiamiento para las inversiones en el clima, en los países emergentes

9. Precio único del carbono
Atribuir un valor a las emisiones de CO2 incentiva a las empresas a cambiar sus patrones de inversión, producción y consumo, así como gestionar riesgos, planear inversiones de bajos niveles de emisiones e impulsar la innovación. También reduce la contaminación y la congestión del aire, mientras se evita el mayor costo de las medidas correctivas. Establecerla como política podría favorecer la competitividad, crear empleo y reducir significativamente las emisiones contaminantes

10. Energía solar
Se prevé que el crecimiento de la tecnología solar en los países en desarrollo será rápido y desplazará a los combustibles fósiles. Las renovables encabezan las fuentes para generar electricidad a nivel mundial, siendo la solar fotovoltaica la principal. En las naciones en desarrollo ya representan más de la mitad de la generación de energía

11. Energía geotérmica
A pesar de los elevados costos de la etapa de exploración inicial y el riesgo de no obtener buenos resultados, esta tecnología juega un papel importante en la disminución de las emisiones de carbono del sector energético. El Programa de Asistencia para la Gestión del Sector de la Energía (ESMAP) encabeza el Plan Mundial de Desarrollo de la Energía Geotérmica, dirigido a movilizar nuevos fondos para las etapas de inversión iniciales, que son las que conllevan mayor riesgo. Hasta el momento, el plan ha movilizado 235 MDD

12. Eficiencia energética
El uso eficiente de la energía continúa siendo la opción de menor costo para cumplir con los compromisos nacionales referidos al cambio climático. Actualmente,  se están desarrollando diversos programas para aprovechar su potencial, los cuales comprenden desde la compra de aparatos y equipos de bajo consumo energético, hasta la creación de fondos renovables y la mejora en la normatividad de cada país