Hacia la ruta de la sostenibilidad

Hacia la ruta de la sostenibilidad

De camino al cumplimiento de sus compromisos ambientales, México cuenta con un nuevo instrumento que lo guiará hacia la reducción paulatina de los HFC

Ámbar Herrera

El 29 de mayo, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó la Hoja de Ruta para implementar la Enmienda de Kigali (EK) en México, que será la base para reducir los hidrofluorocarbonos (HFC) en el país.

El documento está elaborado conforme al diagnóstico nacional sobre el uso, consumo y distribución de los HFC, así como al análisis del marco jurídico para el control y regulación de estas sustancias. A partir de esto, se establecen medidas a corto, mediano y largo plazo para cumplir con las metas de reducción establecidas.

México tiene el compromiso de cumplir estos objetivos dentro del calendario de la EK, los resultados serán medidos en términos de dióxido de carbono equivalente (CO2e), con base en el potencial de calentamiento global de cada sustancia regulada. Entre otras de las obligaciones adquiridas está la de congelar el consumo de HFC en 2024, tomando como referente el promedio del periodo de 2020 a 2022 y crear un sistema que establezca el máximo de toneladas de CO2e de HFC permitidas de manera anual para importación.

Según la información recopilada por la Semarnat, el consumo de HFC en México ha aumentado de 2007 a 2017 con una tasa media de crecimiento anual de un 14.5 por ciento, al pasar de 12.75 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e) a 49.43 durante este periodo.

En 2017, los HFC puros o en mezcla que más se consumieron fueron el R-410A, HFC-134a, R-404A y HFC-245fa, los cuales son usados principalmente en dos segmentos del mercado; como refrigerantes en sistemas de aire acondicionado y refrigeración y en un conjunto de aplicaciones industriales que incluyen agentes de soplado para espumas, propelentes para productos en aerosol, solventes, etcétera. Estas cuatro sustancias representan alrededor de un 93 por ciento del consumo nacional y son, por tanto, prioritarias en la implementación de la Enmienda de Kigali.

El reto de la industria HVACR
México es un líder global en la manufactura de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés), en especial de tipo paquete y sistemas de ductos, chillers, minisplits y tipo ventana. Derivado de esto, el sector AC es el de mayor consumo de HFC a nivel nacional, tan sólo en 2017, reportó 24.85 MtCO2e, siendo el R-410A la sustancia más consumida, hasta en un 92 por ciento; seguido del HFC-134a y el R-407C, con un 6 y 2 por ciento, respectivamente.

El segundo sector con mayor consumo de HFC es el de refrigeración comercial, con alrededor de 8.79 MtCO2e en 2017; siendo el R-404A el más consumido, con un 80 por ciento; seguido del R-507A y el HFC-134a, con un 13 y 4 por ciento. Estos gases son usados principalmente en sistemas centralizados para supermercados, unidades condensadoras para diversos comercios e industrias y equipos autocontenidos, como congeladores o vitrinas.

Por otra parte, la refrigeración doméstica ocupa el quinto lugar en consumo nacional de HFC, mientras que el transporte refrigerado y la refrigeración industrial presentan consumos menores.

Frente a este panorama, la Hoja de Ruta propone varias medidas para reducir la demanda de HFC:

  • Adoptar alternativas de bajo potencial de calentamiento global (<150)
  • Fortalecer los programas de capacitación en recuperación, reciclado y destrucción de refrigerantes
  • Promover el manejo adecuado de equipos en desuso
  • Incentivar el control de fugas de refrigerantes y la eficiencia energética
  • Reducir el consumo de HFC en servicios y carga inicial de equipos
  • Disminuir el consumo de HCF en OEM y productos nuevos
  • Asegurar la cuota permitida de HFC para usos esenciales

El instrumento también propone diversas acciones para la transición de cada sector usuario de HFC. En cuanto a la industria de aire acondicionado, éstas incluyen la conversión hacia refrigerantes con menor impacto ambiental, la adopción de tecnologías más sustentables, así como el diseño de un programa de capacitación y certificación para los técnicos de servicio, aunado a un mejor equipamiento. Otras medidas son impulsar la sustitución de equipos ineficientes y la regulación para el manejo al final de su vida útil.

En tanto, para la refrigeración comercial, se planea ampliar los programas de capacitación para los técnicos de servicio a nivel nacional, además de fortalecer la Red de Centros de Recuperación y Reciclado de HFC e impulsar la regulación para el manejo de refrigerantes inflamables en el sector, con énfasis en hidrocarburos. También, se busca promover la aplicación de la NOM-022-ENER/SCFI-2014 y la actualización de los requerimientos del sello FIDE 4117, ambos enfocados en la eficiencia energética de los aparatos de refrigeración comercial autocontenidos.

Con estos esfuerzos, la visión de la Hoja de Ruta es lograr que México reduzca el 80 por ciento de su consumo de HFC para 2045, de manera sostenible, eficiente y segura, algo que sólo podrá lograrse mediante el mejoramiento de las normas y regulaciones para los equipos y refrigerantes de la industria HVACR y, por supuesto, de las capacidades de sus prestadores de servicio.